Algunas lenguas tienen por costumbre escribir unos signos sobre las
letras: se trata sobre todo de los acentos pero también otros signos.
En lengua inglesa no usan. Y eso conlleva que en algunos
sistemas informáticos internacionales, que se basan en la lengua
inglesa, haya problemas o imposibilidad de escribir una palabra con
acento.
Un ejemplo son las URL y direcciones de correo electrónico, que algunos dominios como el punto cat ya han podido resolver.
Pero todavía pasan cosas como que vayas a hacer una inscripción en un
congreso o reservar una habitación de hotel y el formulario no te
permita escribir tu nombre. La imagen adjunta corresponde al formulario web de un hotel de Birmingham en el que veo que tendré que alterar mi identidad. Lo que no haré será cambiar Pastó por Pasto. ¡Me niego a hacerlo! Me parece que lo dejaré en Past, y aun pareceré que sea medio inglés...
De hecho, la crítica también se puede extender a algunas webs españolas,
incluso oficiales, donde si el texto es mayúscula no te permite el
acento, de acuerdo con esa norma de la lengua castellana que decía que
sólo era obligatorio acentuar en minúscula, y que se debía a un problema
físico relacionado con la caja de la tipografía de plomo.
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