- Canyelles intervino en el Foro Nacional "Los mayores en la defensa colectiva de sobre Derechos como consumidoras", organizado por la asociación ADICAE.
Josep Maria Canyelles fue invitado a intervenir en la última mesa redonda de la jornada en la doble condición de experto en RSE y en voluntariado. Su intervención tuvo una primera parte centrada en el valor del voluntariado y una segunda dedicada a la oportunidad que supone la responsabilidad social de algunas empresas. Ambas partes estuvo unidas por el sentido de compromiso que suponen, de las personas que deciden ejercer su ciudadanía activa mediante el voluntariado, y de las empresas u organizaciones que adquieren un compromiso con la sociedad por medio de la RSE.
El ex-director del Instituto Catalán del Voluntariado (Incavol) se
refirió a los cinco ámbitos del voluntariado, social, cultural,
ambiental, cooperación internacional y comunitario, para ubicar las
organizaciones de defensa de intereses en este último bloque, junto con
asociaciones de vecinos y otros. En este sentido, expuso
que es bueno que estas organizaciones que ponen el foco en la
reivindicación de unos derechos den también entrada a la colaboración
del voluntariado, como manera de ayudar a implicar a la ciudadanía de
manera activa y que no sean meras entidades de servicios con socios que
pagan unas cuotas y profesionales expertos que las gestionan. Pero
matizó que, para hablar de voluntariado, es necesario que las personas
que colaboran lo hagan poniéndose al servicio de un interés general, del
bien común, es decir, que aunque también tengan un interés particular
en la cuestión, su participación de voluntariado sea para facilitar que
mucha otra gente salga beneficiada en una materia que afecta al bien
común.
Canyelles habló de los valores
del voluntariado para las personas, para los destinatarios y para el
país en el su conjunto ya que ayuda a vertebrarla, a hacer una sociedad
más fuerte. Y consideró que voluntariado y asociacionismo son dos caras de la misma moneda.
En la segunda parte de la intervención, hizo una presentación de la RSE
como enfoque metodológico, destacando que también las organizaciones no
lucrativas deben gestionar su responsabilidad social, tanto por
coherencia como para ganar capacidad de poder establecer procesos de
diálogo con las empresas receptivas y sensibles a la RSE. Su
defensa de la RSE le llevó a pedir que cuando hay empresas que hablan y
ostentan mientras que llevan a cabo malas prácticas, lo que hay no es
criticar las carencias de la RSE sino pedir a aquella empresa que no
ensucie el nombre de la RSE. Explicó que algunas pueden
lucir de buenas prácticas ambientales, o quizás de acción social, pero
la suma o la calidad de las mismas no implica que una empresa pueda
hablar de RSE si no dispone de un enfoque más integral y transversal.
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