- Hace tres años el Ministerio de Defensa español publicó un par de memorias de Responsabilidad Social. Luego no se supo nada más. 
 
- ¿Eran unos buenos documentos? ¿Tenía sentido? ¿Daban respuesta?
 
El Ministerio de Defensa publicó por primera vez una memoria de responsabilidad social corporativa (RSC), correspondiente al ejercicio 2009 y también para 2010, concretando 
una voluntad creciente por parte del sector público de no quedar 
absolutamente al margen de una práctica de transparencia que algunas 
empresas hace tiempo que han puesto en marcha. 
Empezar a hacer memorias es positivo. Se
 dice que para algunas empresas las memorias de RSC pueden ser un 
ejercicio de marketing para mostrar la cara más amable a la vez que 
ocultan las malas prácticas. Ante estas críticas, que a 
veces son altamente merecidas, siempre hemos defendido que consideramos 
positivo que una organización comience a informar y a gestionar la RSC, y
 que ello generará un proceso de mejora, con todas las limitaciones que 
se quiera, pero que irá permitiendo al menos dos cosas: a) que la 
empresa vaya dándose cuenta de la vinculación entre la RSC y los 
resultados en forma de buen rendimiento empresarial o creación de 
confianza, y b) que los grupos de interés puedan tener los datos 
mostrados como elemento para dialogar y para tomar decisiones.
Esta consideración anterior encuentra a menudo en el sector público otra limitación, consistente en el hecho de que la memoria no surge de una voluntad 
corporativa, es decir de la organización, sino política, es decir de los
 cargos públicos que actúan en nombre de un interés extracorporativo, que
 responde a un interés partidista, e incluso con factores de carácter 
personal nada desdeñables.
A partir de estas consideraciones, pues, haremos una serie de reflexiones en torno a la citada memoria.
Los contenidos. Las
 memorias de RSC, siempre en el marco de un ejercicio de transparencia, 
no deben ser una memoria de la actividad realizada ni tampoco una 
relación de los datos vinculados a unos indicadores estándar. Aunque
 incluyan esa parte más técnica o más comunicativa, las memorias se 
deben a la voluntad de dar respuesta a las inquietudes de los grupos de 
interés.
En la Memoria se
recopilan las principales actividades llevadas a cabo por el Ministerio de
Defensa y sus Fuerzas Armadas tanto en el contexto nacional como en la
actividad internacional en la que se ha participado en el ejercicio objeto de
reporte, 2010. Esta memoria recoge la información relevante y refleja el desarrollo
de las actividades del Ministerio durante el período que va desde el 1 de enero
al 31 de diciembre del año 2010.
En este sentido, quizá es muy interesante 
saber cuántos días las fuerzas operativas han estado en la base y varios
 días fuera de ella... Ciertamente puede haber grupos de interés interesados en estos datos. Pero intuyo que para la sociedad podría ser más interesante tener acceso a otras informaciones. Por ejemplo:
a) ¿Se cumplen las leyes? ¿Cuáles no?
Para cualquier empresa que quiera gestionar 
la RSE es absolutamente relevante conocer en qué grado está por encima 
de la exigencia normativa... ¡o por debajo! Si
 se trata de un organismo público es aún más importante esta 
información, ya que los poderes públicos son los encargados de velar por
 el cumplimiento de la ley y deberían mostrar un cumplimiento ejemplar.
Un ejemplo respecto a la LISMI. En
 la memoria se dice que pedirán el cumplimiento de esta ley a los 
proveedores pero en ninguna parte se dice si el Ministerio la cumple o 
no, cuando es conocido que el incumplimiento de esta ley es más elevado 
en el mismo sector público que en el privado :
Compromiso con la
Ley de Contratos del Sector Público (LCSP) y la cuota del 2% en el cual se
establece que el Ministerio no contratará a empresas que no cumplan la reserva
de empleo para personas con discapacidad, siendo el primer Ministerio en
comprometerse con esta causa
Por cierto, "comprometerse con esta causa", manera curiosa de decir que pedirán a los proveedores que cumplan la ley.
b) Equilibrio
Lo que hace que una memoria sea creíble es 
el equilibrio, es decir, que no sólo se muestren las buenas prácticas 
sino que también se muestren otros aspectos en los que el desempeño no 
se encuentra al nivel de las expectativas.   
Me parece que solo aparece una autocrítica pero ninguna referencia a los aspectos que podrían ser nucleares: 
Sin embargo, la
accesibilidad de los edificios para personas con discapacidad y para mayores
es, en general, deficiente: existen 31 DSO donde, al menos, uno de cada cinco
usuarios opina todavía que la accesibilidad es regular o pésima. 
d) El gasto militar
El gasto militar siempre ha supuesto para 
una parte de la población un elemento de incomprensión, tanto en 
términos absolutos como relativos. Desde 2007, con el 
contexto de grave crisis económica que está golpeando de manera muy 
contundente la ciudadanía del estado español, y los recortes que todas 
las administraciones están haciendo, la necesidad de justificar estos 
presupuestos es aún mayor. De hecho, dada la gravedad 
social de los impactos de los recortes de los presupuestos públicos, 
sería esperable que las partidas militares tuvieran una reducción 
sustancialmente mayor que las de carácter social. 
Juego sucio. La
 memoria del Ministerio aporta datos sin reflexionar en profundidad 
sobre esta circunstancia y, además, presenta de manera engañosa la 
realidad, ya que los gráficos muestran datos contextualmente falsos 
(sólo presupuestarios, que no tienen ningún valor, y no de ejecución). Hemos dicho
 contextualmente  falsos porque mostrar en una memoria de ejecución como dato relevante una voluntad previa y no cumplida
 no tiene ningún sentido y no puede ser entendida de otra manera que 
como una voluntad de ocultación de la realidad, y de alterar la percepción por 
parte de los grupos de interés.
Se imaginan que alguien presentara la 
declaración del IRPF unos datos sobre cuál era su voluntad, y en un 
documento adjunto una explicación en letra pequeña diciendo que 
finalmente ha ingresado más de lo previsto. Claramente una 
alteración de la realidad fruto de una voluntad fraudulenta, ya sea para
 pagar menos impuestos o para tener más gasto militar que la social y 
políticamente aceptable.
Es necesario
realizar una serie de consideraciones sobre el conjunto de recursos y fuentes
financieras que atienden la ejecución de las actividades del Ministerio [bla,
bla, bla] En definitiva, entre recursos presupuestarios y adicionales, se han
consignado mas de 10.100 millones de euros durante el ejercicio 2010.
Total que respecto al presupuestado se ha 
hecho una ejecución superior en un 32%, ¡una tercera parte de desviación 
presupuestaria!
e) La deuda
El ministerio de Defensa tiene un agujero de 27.365 millones de euros, 
que debe pagar antes del 2025, como consecuencia de los pedidos de 
armamento heredadas básicamente de los gobiernos de José María Aznar, 
entre 1996 y 2004. La cantidad equivale a 2,7 puntos del PIB, casi el triple del tijeretazo que las comunidades tendrán que hacer en gasto social. En 2010, el entonces secretario de estado de Defensa, Constantino Méndez, admitió en el Congreso: "No
 deberíamos haber adquirido sistemas que no utilizaremos para escenarios
 de confrontación que no existen, y aún más grave, con un dinero que no 
teníamos ni en el momento en que ustedes [el PP] gobernaban y tuvieron 
que tomar decisiones, ni tenemos ahora". Sin
 embargo, en lugar de ahorrar para recortar esta deuda, se iban haciendo
 nuevas contrataciones como la de un nuevo programa de buques que 
costaron 740 millones en julio del 2011, a cuatro meses de unas 
elecciones españolas avanzadas para la crisis.
La memoria de RSC no menciona estos datos tan relevantes. Ni
 tampoco algunas de sus consecuencias: una de las pocas salidas que 
tiene el gobierno español es intentar colocar el material bélico a otros
 países, y algunas ONGs como Amnistía Internacional denunciaron la venta
 de armas de España a Bahréin, Arabia Saudí y Egipto mientras tenía 
lugar la Primavera Árabe, así como a otros países donde el respeto a los
 derechos humanos es dudoso.
¿De qué sirve una memoria si no aborda los temas espinosos, los que 
tienen "materialidad" o relevancia y se limita a fotos seleccionadas, 
datos positivos, trato cosmético? Sin abordar los temas 
importantes, la memoria se convierte en un panfleto de marketing, y no 
logra el objetivo de crear confianza, abrirse al diálogo, facilitar la 
mejora de su rendimiento, al tiempo que establece malos precedentes para
 la rendición de cuentas del sector público que generan desconfianza 
sobre los usos impropios de la RSC.
f) Partir del diálogo con los grupos de interés
Y es que la RSC implica una metodología, unos principios. El
 Ministerio podría haber optado meramente por una memoria del impacto 
ambiental, poniendo en valor los compromisos respecto al medio ambiente,
 en la que complementariamente podrían haber añadido algún detalle sobre
 sus actuaciones de carácter humanitario. Pero optaron por 
situar su informe en el contexto de la RSC, lo que requeriría que dieran
 cuenta de otras materias más controvertidas.
Para los neófitos, déjenme decir que en una 
memoria de RS no hay que explicarlo todo, pero sí lo que se considera 
más relevante por los impactos que genera y por la consideración de sus 
grupos de interés. 
Y he aquí uno de los grandes problemas que 
presenta la memoria: la débil identificación de los grupos de interés, 
lo que imposibilita poder establecer un diálogo o un proceso de 
comprensión de cuáles son sus inquietudes.
El 
Ministerio sólo considera como grupo de interés las empresas 
proveedoras, la propia administración y una sociedad expresada en 
términos genéricos :
NOTA 3: La base de
identificación de los grupos de interés viene determinada por la propia
naturaleza del Ministerio como servicio publico. El Ministerio tiene como
principal grupo de interés a la sociedad española tal y como dice la
Constitución Española. Además sus grupos de interés son el entramado de
organismos, departamentos y administraciones públicas con los que colabora, así
como empresas del sector industrial nacional e internacional en seguridad y
defensa del que depende el desarrollo del material para cumplir sus objetivos.
Y a nivel internacional los organismos internacionales de seguridad y defensa. 
Es decir el
enfoque, la forma de conocer a los grupos de interés se realiza mediante la
identificación de a quien esta sirviendo el Ministerio su servicio publico y de
cuales son sus compromisos internacionales según las alianzas establecidas,
quien son sus proveedores de materiales y a quien esta rindiendo cuentas. El
estudio de materialidad realizado en 2010 y las comunicaciones que recibe el
Ministerio desde todas las vías de comunicación habilitadas sirven para
identificar las inquietudes de los grupos de interés y para el mantenimiento de
su comunicación.
Es decir que la sociedad civil
 que se expresa y vertebra por medio de organizaciones no 
gubernamentales y que tradicionalmente ha expresado sus puntos de vista 
sobre el gasto armamentístico, los valores militaristas, y las 
consecuencias de las actividades desarrolladas, incluida la venta de 
armamento a otros países, no tiene ningún tipo de consideración en esta memoria ni, por extensión, en el modelo de presunta gestión de la responsabilidad social del Ministerio de Defensa. 
De hecho, el detalle exacto de los grupos de
 interés da una idea más precisa de qué entienden por RSC, que es más 
una responsabilidad ante los "cómplices" en la misión que no una 
responsabilidad ante la sociedad:   
Los grupos de interés del Ministerio de Defensa: La 
sociedad española, S.M. el Rey; el Presidente del Gobierno de España; la
 Ministra de Defensa y Altos Cargos del Ministerio; la Comisión de 
Defensa del Congreso de los Diputados; los grupos políticos 
representantes de la sociedad en las Cámaras; el personal civil y 
militar; las familias de los militares; las Fuerzas y Cuerpos de 
Seguridad del Estado; el Sistema Nacional de Protección Civil; otros 
departamentos ministeriales y Administraciones Públicas; organismos 
internacionales de seguridad y defensa; las comunidades en las que las 
Fuerzas Armadas están presentes; las empresas del sector defensa y 
seguridad; la universidad y los medios de comunicación. 
Ya ven, el rey, el presidente, la ministra, las familias de los militares... La sociedad no tiene cabida. Y quizás por error mencionan "
las comunidades en las que las 
Fuerzas Armadas están presentes", pero 
luego no se tiene en cuenta para nada, como no sea en relación con la 
protección de alguna especie protegida. 
Y es curioso porque arguyen esta categoría 
tan vaga de la sociedad basándose en la Constitución Española, pero 
mirando los ojos hacia otro lado cuando esta misma CE habla de los diferentes pueblos de España y afirma que ésta está integrada por nacionalidades 
y regiones. Entonces, ¿los puntos de vista diversos 
procedentes de las naciones que integran el estado español (y que 
precisamente en la CE se describieron con el término nacionalidades por 
la presión de los estamentos militares) no deben sugerir ningún matiz a 
la hora de categorizar los grupos de interés?
Técnicamente, en la memoria se define como se da cumplimiento al "Principio de materialidad", según el cual los contenidos que se tratan deberían responder a los  intereses  identificados  en el estudio  de materialidad  llevado a  cabo. Pues bien, el estudio
 de materialidad  se ha  realizado sobre  las preguntas  parlamentarias que  se han  recibido  en el Departamento  de Defensa durante  el ejercicio 2010 y  que se entiende  representan  inquietudes  de los 
ciudadanos  ejercidas  a través de los  representantes  parlamentarios de los  diferentes  grupos políticos. De esta  manera  el Ministerio  entiende que  todos  los  asuntos que  le resultan  materiales, sus características,  su misión  y sus actividades  han  sido  reportados en la  Memoria  de Responsabilidad 
Social 2010 .
Triste manera de entender la materialidad y la gestión de la responsabilidad social para un organismo público. De
 hecho, la RSA o RS de la Administración Pública podría ser un gran 
revulsivo en la mejora de la capacidad de los organismos públicos de 
ponerse al servicio de la ciudadanía y de los retos de sostenibilidad en
 su sentido más amplio. Para muchos organismos públicos el 
"juego político" en el sentido de las disputas entre partidos los ha 
hecho caer en un modelo cerrado en sí mismo, alejado de las inquietudes 
de la sociedad. Y la apertura a los diferentes grupos de 
interés y a tomar en consideración los retos de sostenibilidad económica,
 social, ambiental, laboral y de buen gobierno podría convertirse en el 
resorte que facilitara superar este estadio endogámico y 
autodestructivo, y optar por el modelo de creación de valor compartido 
que pregona la RSC y del que curiosamente y anómalamente es a los 
organismos público a quien más les cuesta incorporar.
La oportunidad que la gestión de la RS nos 
abre, podría ser aprovechada por las Fuerzas Armadas para identificar 
cuáles son las materias relevantes, que no son solamente ambientales o 
de acciones exteriores humanitarias, sino de democracia y 
gobernabilidad. Para los mandos debe ser una oportunidad 
para trabajar en el reforzamiento de una cultura verdaderamente 
democrática y para ser capaces de comprender mejor qué espera la 
sociedad, para estar verdaderamente a su servicio.
g) Cultura y Lengua
Por ejemplo, si tanto se remiten a la CE, una de las seis voluntades de su preámbulo está redactada en los siguientes términos: Proteger
 a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los 
derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones.
Mi intuición me dice que lo que hace el ejército español no está nada alineado con esta voluntad superior de la CE. Ya
 sabemos que las fuerzas armadas españolas provienen sin ninguna rotura 
de la dictadura militar y que la cultura corporativa es difícil de 
cambiar... pero no sería conveniente que en una memoria 
donde se quiere mostrar el sentido de responsabilidad hacia la sociedad 
explicara cómo se están tratando de cambiar los valores corporativos 
para adecuarlos al espíritu de la CE, vigente desde hace treinta y cinco
 años?
Su relación con la lengua catalana, propia 
en territorios habitados por más de 12 millones de personas, no ha 
superado la etapa del desprecio, aunque actualmente expresado de manera 
pasiva.
 
En
 la memoria no hay ninguna referencia a elementos de diversidad 
lingüística, con un excepción de las que no pueden poner en riesgo la 
"Unidad de la Patria": Publicación por primera vez en versión braille del "Panorama Estratégico 2009 hasta 2010 . 
La toponimia no sólo muestra desprecio sino que se usa topónimos fuera de la ley, como Rosas, Mahón o San Clemente de Sasebas. 
De
 alguna manera supongo que aquí la ley no importa, prevalece la voluntad
 de demostrar que son territorios conquistados y sobre los cuales hay 
derecho castrense a modificar los nombres. 
No consta si los 
"Recursos Educativos", que se han elaborado son, además de multimedia, multilingües. O las exposiciones fotográficas que han ido mostrando : "Misiones Internacionales" y "20 años de mujer en las FAS", y que fueron expuestas, entre otros lugares en Lérida (sic). O
 el Museo del Ejército, en versión web, inaugurada el 19 de julio de 
2010 (¡el 18 era domingo!), que consta en castellano, inglés, francés, 
alemán, italiano y portugués. No busquen ninguna otra lengua "española" que no la encontrarán. 
Y por supuesto no hay ninguna información de
 si los miembros del ejército destinados a territorios de lengua no 
castellana reciben formación lingüística. O sobre cómo 
gestionan la necesidad de obligar a sus interlocutores a cambiar de 
lengua, y cómo esta actitud  -que se mantiene permanentemente desde el 
siglo XVII- ha ido evolucionando en las formas de coacción y qué 
aprendizajes puede haber aportado sobre el respeto a la diversidad y la 
gestión de la misma. 
h) Transición nacional en Cataluña
Las circunstancias han querido que esta 
memoria viera luz en los momentos en que como nunca antes la secesión de
 Cataluña ha convertido en una posibilidad real. 
Hasta hace poco, el soberanismo correspondía
 a una expresión social y políticamente reducida, pero a partir del 
momento en que el soberanismo es configura como una opción muy amplia, 
transversal, articulada, hay preguntas pertinentes para hacer al mando 
político del Ministerio de Defensa y a las Fuerzas Armadas. 
Habitualmente las preguntas a las Fuerzas Armadas se deberían cursar por medio de los diputados y diputadas, pero el hecho de que el Ministerio de Defensa se avenga a gestionar su RSC tiene una consecuencia
 y es que las preguntas ya no quedan circunscritas a la sede 
parlamentaria sino que los diferentes grupos de interés pueden pedir 
públicamente razones alrededor de sus inquietudes. La 
ciudadanía, las ONGs, o los diferentes "pueblos de España" somos grupos 
de interés que tenemos derecho a expresar inquietudes y a esperar 
respuestas.
En tanto que organización sometida a la jerarquía pública, dirigimos la pregunta a la entonces ministra de Defensa, Sra. Carme Chacón:
Como ciudadanos del Estado español, 
atendiendo a que la secesión de Cataluña es objeto de debate y dispone 
de un alto y creciente porcentaje de partidarios, más allá del 
posicionamiento de cada uno, se tiene derecho a conocer cuál
 sería el comportamiento del mando en caso de que se iniciara por vías 
pacíficas y democráticas un proceso de secesión por parte de alguna de 
las naciones que hoy integran el estado, en el sentido de qué garantías 
se darían de respeto al proceso democrático y de contención de las 
posibles tendencias a la intervención 
militar por parte de sectores militares más ideológicos que profesionales.
Los ciudadanos súbditos de ese Estado, más 
allá del posicionamiento de cada uno y de su adscripción nacional, 
tienen derecho a ser conocedores de esta información, ya sea para 
conformar su posicionamiento, para modificar el ordenamiento legal, para
 fundamentar un debate social, o bien para establecer las actuaciones 
que sean necesarias dentro de la configuración de los cuerpos armados.
Complementariamente, hay que decir que 
- En caso de que el estado español no 
ofrezca ninguna vía entre las muchas disponibles para iniciar el proceso
 para que el pueblo de Cataluña pueda decidir su futuro 
democráticamente, el proceso de secesión requerirá que puntualmente se rompa el marco legal para crear uno de nuevo, tal como se produjo en sentido inverso con el Decreto de Nueva 
Planta, suprimiendo las Constituciones Catalanas de manera ilegal (y entonces por la fuerza de las armas). Cuando la legalidad pierde legitimidad, la legitimidad debe dar lugar a una nueva legalidad: de lo contrario los EE.UU. todavía serían Inglaterra y quizás el Imperio Romano todavía existiría ...
 
- Mientras que en un momento determinado las
 fuerzas políticas pueden hacer un giro en su posicionamiento y pasar de
 un estado de alta tensión en un escenario de negociación, para
 las fuerzas armadas, y especialmente para los sectores militares más 
ideológicos que profesionales, un cambio de postura puede ser muy 
difícil de hacer con agilidad, ya que pueden tambalearse presupuestos y 
valores muy arraigados en el discurso, e incluso en el propio sentido 
vital. El hecho de que no se
 haya estado trabajando a lo largo de estos lustros para reforzar una 
cultura plenamente democrática dentro de los mandos oficiales, hasta las
 últimas consecuencias, puede llevar a una coyuntura difícil de 
gobernar.
 
- La referencia que incluye la CE según la
 cual el ejército debe garantizar la unidad de España sólo se entiende 
fruto de un momento determinado y bajo la presión de los militares en 
unas circunstancias en que éstos no actuaron según el futuro de 
democracia sino según el poder que les venía del régimen anterior. La
 modificación de la CE es prácticamente imposible pero en cambio, ante 
una circunstancia tal, debería interpretarse en clave histórica, ética, 
democrática, y de contexto comunitario, interpretando que la
 unidad no se rompe por una agresión externa sino por una voluntad 
interna de dividir el estado en dos unidades que podrán ser más 
operativas y eficientes en sus objetivos.
 
- Hay una corriente militar partidaria de intervenir Cataluña, como detectó el teniente general Pedro Pitarch, militar retirado del ejército español, en mensajes que corren de ordenador en ordenador entre compañeros de armas. En un escrito (07/12/2012) titulado '¿Latente 23-F?'
 , advertía que en todos estos escritos aparecen muchas referencias al 
artículo 8 de la Constitución, que permitiría intervenir Cataluña, y no 
hay ninguno en el artículo 97, "que asigna al gobierno la dirección de 
la política interior y exterior, la administración civil y militar y la 
defensa del Estado". "Más claro: se promueve el ir por libre", alerta. "Instigar,
 animar, aplaudir y / o fomentar, con un uniforme o con ropa civil, 
actitudes, actos o manifestaciones contrarios a las leyes no son 
comportamientos presentables. El siglo XXI, esto no es 'el militar", 
añade. 
 
- A los países con democracias consolidadas, como Gran Bretaña, no les hace ningún pesar ceder a una comunidad integrante del estado 
el derecho a consultar su población sobre su futuro, por razones 
democráticas y porque saben que el S.XXI no se puede construir un futuro común por la vía de retener dentro de un estado una nación que no se encuentra cómoda.
 
Conclusiones
Hasta ahora, 
los intentos de gestionar la RSC desde el sector público se habían llevado a cabo sobre todo desde empresas públicas u organismos públicos pero más difícilmente desde las unidades de la propia administración pública. Por
 supuesto que podemos encontrar ayuntamientos en el mundo, o alguna 
consejería de la propia Generalitat de Catalunya, que han dado el paso, pero no es lo
 habitual. El hecho de que el gobierno español hubiera hecho 
el paso precisamente desde el Ministerio de Defensa es un gesto inusual y peculiar en la medida que seguramente es el departamento donde más difícil será de gestionar. 
 
De hecho, por las dificultades de gestionar la RSA y por las complejidad de rendir cuentas, sería
 recomendable que un ministerio como éste comenzara a gestionar la RSC 
durante algunos ejercicios antes de dar el paso a hacer una memoria. ¡Pienso que incluso sería más creíble para todos los grupos de interés, externos y también internos! 
Parece evidente que este ejercicio de rendición de cuentas respondió a un interés político y seguramente personal, y en ningún caso corporativo. Fueron hechas los dos años anteriores a las elecciones y, en consecuencia, después ya no tuvieron continuidad.  
De hecho, la falta de implicación 
corporativa se puede apreciar incluso en el hecho de que no hay ni punto
 de contacto de RSC con un correo electrónico. En la memoria apenas se aportan cinco links a webs oficiales, sin contacto: "El Ministerio de Defensa dispone de varias páginas 
web donde las personas interesadas pueden dirigir sus consultas y 
comunicaciones sobre esta Memoria y acceder a información actualizada y 
en múltiples formatos sobre la actividad del Ministerio".
 Seguramente no hubo ni la preocupación de nombrar un equipo de RSC. Se
 debía coordinar desde el nivel político, con el equipo de comunicación a
 la cabeza, y con todo el trabajo subcontratada a una empresa de 
consultoría. Intuyo que a veces no se pregunta mucho: limitarse a aplicar un check list puramente formal. Hablé
 con una de las personas implicadas, y ni se les ocurrió que los temas 
de legitimidad social, de crisis de gobernabilidad nacional, de 
responsabilidad social e incluso cumplimiento legal en referencia a 
aspectos de diversidad cultural, lingüística o nacional se hubieran 
tenido que revisar... 
Me preocupa que después se use el 
certificado del GRI para dar a entender que el documento tiene una alta 
calidad y que refleja fielmente algo. 
Este organismo internacional sencillamente 
dice que han informado de un número suficiente de indicadores y que hay 
un índice por medio del cual se pueden localizar. Pero no puede afirmar nada sobre la calidad de la información y puede opinar sobre cómo se gestiona la RSC. 
Metodológicamente me parece vergonzoso
 que se consideren grupo de interés el rey, el presidente, la ministra y
 el sumsum corda y no haya de ninguna manera la sociedad civil, las ONG u otros mecanismos de captar la opinión y sensibilidad de la ciudadanía. Lo
 que para una empresa podría ser disculpable en un primer año de tanteo,
 para una administración tal como el Ministerio de Defensa, no
 tener en cuenta la sociedad civil no se puede calificar de otra manera 
que utilización indebida de la RSC con fines meramente marketiniana. 
Asumo que estoy haciendo una crítica y sin embargo he de reconocer que yo mismo no hice ninguna aportación a la memoria. Y es posible que ninguna ONG pacifista o hacia stakeholder de defensa de la plurinacionalidad de España lo hiciera. Si fuera así quizás deberían haber revisado los mecanismos y la voluntad real de captar la participación. Aún
 así, al margen de que algún stakeholder lo ponga de manifiesto, ¿no es 
una obviedad desde todos los puntos de vista que el ejército tiene un 
problema de legitimidad que se hace más palpable en los territorios más 
identificados como naciones diferenciadas? 
La legitimidad de las fuerzas armadas en 
un Estado donde no hay un sentimiento de unidad nacional constituye un 
tema muy relevante desde el punto de vista de la gobernabilidad y que 
tiene gran interés para ser abordado no sólo desde los diferentes 
agentes políticos y sociales sino también desde la Responsabilidad 
Social del propio ejército.
En la memoria del Ministerio leemos: 
Es necesario que la
política de defensa cuente con el máximo respaldo social y parlamentario para
que sea una auténtica política de Estado, que concite la plena identificación
de la sociedad con sus FAS.
Reformulo la pregunta a la inversa. ¿No sería más adecuado que fueran las FAS las que buscasen la plena identificación con la sociedad que presuntamente defienden y no al revés? No
 se trata meramente de un juego de cambiar el orden de la frase sino de 
un reflejo de la mentalidad profunda de la casta militar.  
Si intentar mejorar la imagen de una 
empresa, haciendo un uso meramente cosmético de la RSC, es decir, sin 
que haya nada más, ya es abominable, imagine cuando se trata de mejorar 
la imagen de un ejército cuando detrás no hay una voluntad de cambio 
real o éste no se manifiesta explícitamente.   
Nota: formulo la pregunta a la Ministra del 
momento porque el artículo lo tenía hecho desde entonces, aunque no lo 
publiqué por falta de tiempo para revisarlo. Aun así, 
mantengo su referencia porque el actual ministerio no ha continuado 
gestionando la RSC y porque dado que su compromiso era tan personal (lo 
deduzco por la dimensión de su foto) y dado que su intencionalidad de 
liderazgo político también permanece, seguro que no tendrá dificultad 
para dar una respuesta.
PD: Rubalcaba y Chacón gastaron «a dedo» casi 40 millones entre 2010 y 2011, y Defensa 107 millones de euros. Desconozco la validez de esta información pero si fuese cierta sería un elemento más
 a tener en cuenta para valorar esta memoria de RSC